Cabaret Místico

Fuimos con mi amiga a lo de Jodorowsky, el jueves en el Caupolicán. Mi hija quedó un poco apenada en casa con la tía (mi hermana), quien le explicaba: "la mamá está en el Caupolicán", a lo que ella respondía: "cán?, cán?". Mi linda bella, pensé en tí casi todo el tiempo.

Cinco mil personas, más de cinco mil personas, de distintas edades y colores, pero no dejaba de ser un público bastante homogéneo. Era realmente impresionante lo particular del evento, con bastante de espectáculo de circo, como antiguo, clásico, pero bien posmoderno finalmente.

El círculo alto de graderías repletas y abajo, en el centro, una tarima vacía: ni una silla, nada. Y a la entrada de "el artista", ovación del público, cual rock star, pero sin humo, sin juegos de luces, sin pantalla gigante, sin levantar los brazos... entró y se puso a dar vueltas en círculos, intentando hacerse oir pues su micrófono de "solapa" no estaba funcionando. De imediato los gritos desde el público: "no se escucha!!!!"Algo dijo Jodoroswki en un momento de que si nos quedásemos en silencio, podríamos escuchar. Oh Dios! me dije, qué palabras tan sabias, pero al mismo tiempo me pregunté: pero... irá a resultar? ¿se irá a desarrollar esto así, de este modo tan precario, tan frágil e insólito como el absoluto silencio del público? ¿el público se enfurecerá, y todo resultará en un gran "fiasco"? Y por cierto también ¿pero tiene que haber un equipo encargado del sonido, cómo tan rudimentaria la producción?

Pronto apareció otro micrófono. Bravo!!! Pero la verdad nunca se escuchó muy bien. Además la gente aplaudía demasiado. Y a la hora de la "ronda de preguntas"... sólo imaginen: cinco mil personas, con sus cinco mil, diez, quince mil preguntas en busca de respuestas...

"Pelacables". Todo. Todos los que allí estuvimos. Y de una forma sumamente refrescante. Considerando por ejemplo la imagen que se nos devuelve de nosotros mismos en los periódicos o noticiarios :(

Hicimos varias experiencias colectivas, cosas que "nunca se ha hecho en ninguna parte", decía el maestro. Pero allí estuvimos cinco mil para seguir sus instrucciones, cosas que, afirmaba, quedarían grabadas en nuestros cinco mil inconcientes como una experiencia efectivamente trasnformadora. Y sí creo que puede ser así. El otro día estaba esperando la micro en la mañana y al recordar la experiencia me sentí realmente renovada, portadora de un saber y poder nuevos.

Además, me gusta mucho más este país, después de todo. Que cinco mil hayamos llegado a eso: en la búsqueda, de sanarnos, de sanar, abiertos a la experiencia, al encuentro, al cambio. Cinco mil como yo, o distintos que yo, pero que comulgamos en una experiencia insólita. A lo menos insólita para cinco mil.

Y hubo momentos, que no relataré aquí- ya que siento parte de la complicidad de los asistentes e implicados- realmente conmovedores y maravillosos.

Lo otro son las listas de "recetas" de "actos piscomágicos". Para quién se interese, hay bastante material en sus libros, en internet, entrevistas, videos. Los dramas humanos suelen no ser tan particulares.

Nadie debiera realmente sentirse tan solo.

Cito un texto que me acompañó y me inspiró, que en algún momento publiqué en otro blog, y que quisiera tener siempre a la mano.

Ejo pareció decirme: "No te quedes en la superficie. Más allá de las palabras del Buda, bajo el más profundo fondo y sobre la cima más alta, habita la gran compasión. Escucha lo que la consciencia cósmica, ave fénix surgiendo de la mente en llamas, te dice: "La vida es pura felicidad. El nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte son cuatro regalos tan maravillosos como el ciclo de las estaciones. Nunca puedes estar separado de aquellos a los que amas, viven en tu ser para siempre. Tener que estar con aquellos que no amas es imposible porque has dejado de detestar. Como la del sol, tu luz es para todos, incluso lo que parece odioso. No poder satisfacer los deseos no es sufrimiento, porque lo que importa es el prodigio de tener deseos. Los satisfagas o no, te otorgan el sentimiento de estar vivo".

Extraído de "El maestro y las magas" (2005)