lunes, 10 de septiembre de 2007
Nino
Nuestro gato llegó al departamento en diciembre de 2003. De una edad estimada entre 2 a 3 meses, asignado por una amiga que por entonces tenía una especie de fundación de colocación familiar de felinos en riesgo. Varias veces me había preguntado si no quería tener un gato y yo dudaba mucho porque mi estilo de vida, pensaba, no me lo permitía. Pero finalmente llegó, sin que yo hubiese dado una respuesta realmente, no podía decir que no, cuando recibí una notita anunciándome que el cuchín ya contaba con que tendría un nuevo hogar que lo salvase de la inóspita vida que llevaba, en la lucha por la sobrevivencia entre muchos gatos hambrientos, vecinos que no los querían y los pelotazos de los niños.
Llegó un gatito bastante a mal traer. Mi hermano veterinario, luego de un breve exámen me dice: "te dieron un gato malo... devuélvelo". Porque estaba bastante "pitilla", flaquito, lleno de bichos que tardé meses en sacárselos, probando distintos antiparasitarios... pero era tan tierno el pequeñín. Por entonces mi departamento era menos que un hotel, así que pasaba bastante solo el pobrecito, pero se ponía tan feliz cuando llegaba, que era una ternura realmente.
Le costó habituarse a dormir en su camita, principalmente. Al principio la usaba de juguete pero pronto entendió. Gracias a las excelentes teconologías de baños sanitarios, el tema no fue un problema, y era tan automático como indicaba la caja: "abra (dibujo indicando las partes) y use (dibujo mostrando gato adentro de la caja)".
Y como el cuento del patito feo, Nino (mi-Nino) se convirtió en un gato enorme y bello, quienes lo conocieron antes de que llegara se llenan de asombro al ver el magnífico ejemplar que ahora es. Ninguno de sus parientes, hermanos inclusive, al parecer, le hace el peso. De hecho pesa regularmente más de 8 kilos, a veces más gordo, más flaco, pero siempre intentando controlar su dieta ya que al ser un gato operado e in-door, tiene tendencias a engordar.
Lo de gato in-door más de una vez me lo he cuestionado, ya que pienso que estaría restringiendo gran parte de su naturaleza al vivir confinado... pero no he llegado a una solución realmente, ya que no es posible que tenga aquí salidas y entradas independientes. Más de una vez, sin embargo se ha escapado. Más de una vez trasnoché esperándolo. Y un par de veces me dió unos sustos terribles: una vez se escapó y llevaba un buen rato esperándolo cuando siento ruidos de gatos y perros, me asomo al balcón y veo pasar a un gato plomo y luego a Nino, seguido por dos perros enormes!! se pierden en unos matorrales y luego sale Nino corriendo y se encarama como puede en un árbol con un tronco de unos 90 cm de diámetro mientras los perros le hacen guardia y le ladran furiosos... empecé a gritar a los perros para distraerlos y Nino logró arrancar... al rato volvió medio chascón, agitado y con un tono muscular particular... El otro gran susto fue una vez que se había escapado y me asomé al balcón para mirarlo, estaba a punto de cruzar la calle y decide cruzar justo cuando pasan dos autos, al primero lo esquiva y al segundo se detiene en frente, por suerte el chofer del vehículo lo ve y se detiene... Vuelve otra vez con esa extraña disposición, y con un dejo de indiferencia, como queriéndome hacer creer que nada ha sucedido y que le deje hacer su vida... aunque la verdad es que es bastante miedoso el Nino, la mayoría de las veces que intenta salir vuelve enseguida al escuchar un ruido fuerte o cualquier cosa. Y tiene las almohadillas de sus patas rosadiiiitas....
Quiero mucho al Nino y es un gato realmente hermoso, aunque a veces le dan arranques de salvajismo que me dan mucho miedo. Hemos llegado a tener episodios bastante fuertes, y realmente desafiantes para mi paciencia. También a veces resulta difícil el asunto de planificar vacaciones, porque obviamente no se puede dejar al Nino solo, y una vez cuando estaba en Pan de azúcar me sentí realmente triste cuando al llamar a mi hermana, encargada de irlo a ver y a darle de beber y comer me dice que el Nino me echa de menos, que la vecina lo escucha llorar... y menos mal que mi regreso estaba pronto, fue fuerte...
Pero lo que más me desarma realmente ahora, es cómo mi hija desde muy chiquita ha estado fascinada con él. Desde muy bebé lo busca al despertar, lo sigue, se ríe y juega con él. Entonces cada vez que se arranca y demora en volver, pienso en el enorme vacío que podría dejar si no volviese... sobre todo para ella. El ha sido muy paciente, admirablemente, pues lo molesta harto y él nunca la ha "atacado" como hace conmigo a menudo.
A veces pienso que Nino llegó aquí para ser el gato de Renata, que ese era su destino superior en su vida felina. No iba a ser mi gato sino su gato, o a lo sumo nuestro gato.
De cualquier forma, un gran gato.
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8 comentarios:
Wow, pedacito de gato. Igual los gatos son de nadie yo cacho, se adaptan con quien sea, o te adaptas tu! ja. Ya, chaolin,
J
Al Nino yo tb lo quiero aunque el sábado me haya rasguñado la oreja. A veces me da susto, pero es muy tierno.
Oye yo tb. puse el video, voy a quedar como copiona jajajajajaja.
Ippps... y eso de que el gato no es de uno sino a la inversa...
Nino es cosa seria. Y realmente creo eso de que él se arroga la propiedad del espacio y de los seres que "pululan", o pregúntenle a las visitas: Nino se apresura en intento de "adueñarse" de ellas. Jeje, para la que se supone su "ama" suele ser algo incómodo, cada vez que llega una visita... para Nino es como si llegaran para él, y su efusividad lo muestra... jeje!
LOS GATOS SON LO MEJOR DEL MUNDO. MO GATO CHUPACABRAS YA TIENE UN AÑO Y ES DE LO MEJOR.
Jajaja, como se puede llamar Chupacabras, jaja.
Oye Ale, tu te pareces a la Regina Spektor, cierto?
Te gusta cantar ya lo creo.
Jejeje, puede ser como un alter ego más bien no realizado: de pianista y cantante, hice algunos esfuerzos siendo más joven, pero resulté solo fan, artista de corazón.
la media historia
pero igual no me gustan los gatos
...Según mis investigaciones sobre gatos -y he tenido muuchos gatunos- ahora tengo cuatro y una visita ploma enorme, bueno, el caso es que los supuestos "amos" somos de ellos, no ellos de nosotros, entonces estamos expuestos a que en cualquier momento nos abandonen sin explicación alguna de su actitud (a menos que estén operados), he sufrido por ello, pero me he ido acostumbrando. Un abrazo para ambas.
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