martes, 17 de junio de 2008

Días de 38 horas...

Las mañanas podrían durar unas 14 horas, por ejemplo, para poder trabajar harto y quedar con esa sensación de satisfacción, de que alcanzas a hacer - y bien- las tareas propuestas, que avanzas y creas algo... también la mañana debiera alcanzar para la rutina de yoga, una de esas buenas, concentradas (porque ya trabajaste lo que te propusiste y no dejaste asuntos por resolver...), y quizás para hacer otra cosa más, como escribir algo interesante en el blog respectivo... Luego, unas 14 horas más de tarde libre para hacer las otras cosas que queremos y que nos gusta hacer, como estar con la gente que queremos y que nos gusta, ver una película, leer eso que nos interesa y quizás hacer algo más con esas lecturas... escuchar esa música, aprender nuevos pasos de baile, ensayar nuevos bailes y sacar en guitarra esa nueva canción que nos gustó... o esa antigua que recordamos.... por ejemplo...
Pero los días no tienen tantas horas, no queda más que aprovechar cada minuto, segundo y todo... hacer el tiempo elástico y lento, como los niños y las niñas... vivir presentes....

2 comentarios:

Gu1ta dijo...

Essato ale...
Vivir hoy y ahora, no pensar en lo que vamos ahacer sino en lo que estamos haciendo...
hoy y ahora... el resto es o recuerdo o imaginación, la vida pasa hoy

besos

Alejandra Díaz Arenas dijo...

gracias Margarita por la reafirmación, aunque mis conclusiones se encuentran en un plano muy idealizado, apenas lo consigo y ... me siguen faltando horas!
un abrazo