martes, 5 de febrero de 2008

Bailar tango



Este podría ser uno de esos post que nunca terminan de escribirse, que por lo mismo cuesta decidir publicarlos. Pero vale, tomémoslo así. Y puede ser controversial para cada una/o inclusive.

Bailar tango. Tuve mis intentos. Creo que no estaba madura para la tarea, ni ahora acabo de comprenderla. Pero esto - leer y escribir sobre esto- es un intento, de avanzar.

Sobre las parejas. A veces me tienta hacer declaraciones apocalípticas del tipo "todo está perdido". Pero se dice que la mente atrae lo que se piensa. Quiero pensar diferente.
Por gracia de una amiga que me envió el artículo que cito a continuación, vamos entonces pensando, conversando, desentrañando, al menos de este lado, en qué va o podría ir este asunto.

Anticipo una idea fundamental que tengo acerca de esto: se trata de la relación de pareja entre hombre y mujer, con sentido y proyección como tal, no aplicable a otros campos de la vida donde nos encontramos hombres y mujeres (y es que soy más bien feminista...).


Cuando trabajo con parejas y trato a explicar los Órdenes del Amor entre hombre y mujer me refiero al Tango para explicar que quiere decir: " La mujer debe seguir al hombre y el hombre debe servir a la mujer".
(...) El hombre busca una mujer con la cual quiere bailar y la mujer busca un hombre con quien quiere bailar. Se buscan con los ojos y si ambos están de acuerdo, se encuentran en la pista de baile. (...)
A ambos les falta aquello que el otro tiene, y cada uno puede dar aquello que el otro necesita. Para que una relación de pareja se logre, el hombre tiene que ser hombre, y seguir siéndolo, y la mujer tiene que ser mujer, y seguir siéndolo. Si el hombre desarrolló el femenino en sí mismo, ya no necesita la mujer, y si la mujer desarrolla lo masculino en sí misma, ya no necesita al hombre. Con la decisión de bailar juntos, el hombre asume el rol masculino - la dirección, es hombre y sigue siendo el que dirige. Con la decisión de bailar juntos la mujer asume el rol femenino - la entrega y sigue siendo mujer, sigue entregada. (...)
Ella permanece en la entrega, espera en él y le da sentido a su dirección. En algunos momentos ella sostiene la estabilidad, para que él pueda entregarse por instantes e inventar nuevos juegos. Hacen falta ensayos - no sale enseguida, porque no está claro, cuánto de cada ingrediente hace falta. Entregarse no significa dejarse caer. Y dirigir no significa imponerse a la fuerza. Juntos crean un baile, un movimiento en el espacio, que es único para cada pareja. Ambos aportan lo suyo y en eso son iguales. La relación de pareja se fundamenta en la necesidad mutua y en la renuncia al otro sexo. El hombre tiene que renunciar a adquirir lo femenino como algo propio y a tenerlo como si él mismo pudiera hacerse o ser una mujer. La mujer tiene que renunciar a adquirir lo masculino como algo propio y a tenerlo como si ella misma pudiera hacerse o ser un hombre, y todo esto también en el pleno sentido físico. Dar y tomar (...)
Él no la obliga ni ella a él. Si él quisiera avanzar sin tenerla en cuenta o si ella se resistiera, ambos pierden el fluir del movimiento. Así se produciría una lucha por el poder. Lo que sí pueden hacer los dos: seducir al otro. El hombre a la mujer para que le siga, y la mujer al hombre para que le sirva. (...)
Para ser hombre, el hombre tiene que renunciar a ser mujer él mismo y permitir que una mujer le dé lo femenino como obsequio, y viceversa. Ambos tienen que aceptar sus limitaciones para así capacitarse para una relación, ya que, de esta manera, ambos se necesitan y tienen la posibilidad de complementarse. (...)
él acompaña a ella con su cuerpo, porque ella lo necesita para encontrar su flexibilidad. Ella reacciona ante esta energía masculina, la asimila y da al hombre algo en devolución, que le proporciona fuerza para dirigir. De esta manera ambos se complementan. El hombre le da a la mujer su masculinidad y la mujer le da al hombre su feminidad.
TO BE CONTINUED

2 comentarios:

Jime... dijo...

Me encantó el artículo... para mi el tango es un aprendizaje diario... espero aprender de una vez para bailarlo definitivamente 'bien' :)
Habrá que seguir practicando ;)

Arabela y yo dijo...

bueno tome clases de tango durante 2 meses en mi pais todos alguna vez lo hacemos,es la danza mas bella que pueda hacer que el hombre como hombre y la mujer como mujer se enlacen en uno,ese amor-odio esa lucha de poder.En el tango encontre el lado oscuro y verdadero de la vida.Primero escuchen los distintos estilos de tangos milonga,etc luego a bailar lo entenderan mejor..
excelente articulo me dejo mucho para pensar